Palabras sencillas

Los he abandonado un poco, y agosto fue un mes de poesía interior, así que aquí les dejo el epílogo de un poema llamado "Palabras sencillas". De la autoría de la poeta tamaulipeca Altair Tejeda de Taméz, desde Victoria Tamaulipas México.

Palabras Sencillas
Altair Tejeda de Taméz

Epílogo

(malgre tout)

Alguna vez escucharé tu nombre
dicho al azar por una extraña boca
y pensaré:
¿En donde he oído esa palabra?
¿Desde que playa llega esa ola?
Fingiré atención a la historia que escucho
pero a mi espalda, alguien,
alguien insiste en pronunciar esa voz que te nombra.
Y algo dentro de mí se estremece y palpita.
Casi dejo caer hasta el suelo, mi copa.
- Perdón - musitaré. Una excusa cualquiera,
y hurgarán mis miradas anhelantes y ansiosas
sin encontrar respuesta a su muda pregunta:
¿Donde está? ¿Donde está la palabra?
¿Quién la dijo? ¿De quien era la boca?

Alguna vez escucharé tu nombre
dejado caer así, como al descuido
sobre la oculta llaga que yo contemplo a solas
Sobre de aquella herida que el mundo no percibe
Sobre de aquel recuerdo que sin piedad, me agobia.

Creí haber olvidado, pero...
¿Olvidan acaso su ruta, las gaviotas?
¿Olvida el trigo nuevo la caricia del viento?
¿Olvidan las arenas el beso de las olas?

Creí haber olvidado, pero olvidar no es fácil.
¡NO es fácil! Tú lo dijiste y hoy lo corroboras:
mi vida es tan distante del mundo que frecuentas.
Hablamos uno y otra, tan diferente idioma,
habitas una isla cuyo mar desconozco
y tú, tú ni sospechas el rodar de mis horas
y sin embargo...

Alguna vez escucharé tu nombre
dicho acaso entre sueños y por mi misma boca.
Venido de muy hondo, de donde no hay mentira,
ni pasado, ni ayer, ni presente, ni ahora.
De donde sólo existe, la verdad implacable
que me mantiene uncida, sin razón ni motivo,
al dolor que despierta cuando alguien
te nombra.