Sé que hay quién considera que una pesadilla surrealista se representa bien en los cuadros de Dalí y Remedios Varo, pero para mí, no es necesario ninguna representación iconográfica, me basta mirar a mi alrededor para tener una representación tridimensional de ellas. ¿Cómo? ¿Porqué? No lo sé, lo único que logro entender es que tener que meter en dos maletitas la ropa de invierno y verano, para después coger la de verano y llevarla a México, mientras la de invierno se queda aquí esperandome para Otoño es, literalmente una pesadilla. Y eso que no estoy incluyendo en este recorrido dantesco, la odisea de guardar los libros o todos esos artículos de escritorio, que, por estar a medio uso, el tirarlos representa una ofensa al comportamiento mesurado.
!Que horror! ¿Porque se me olvida que tengo que ir por la vida cargando solo 20 kg de equipaje? Así que aquí estoy. ¿La prisa? Un concierto de música clásica en Madrid al cual quiero ir con Martín y Pili, y ciertamente, pasar la tarde en Madrid me mola más que estar entre papeles y trapos sucios. Además así empiezo el camino de Santiago más pronto. Valencia está demasiado caliente ya, para hacer nada que no sea sentarse en la terraza a tomar granizado de limón. Pués tengo aún 2 horas, ya veré que termino.
Por cierto, Teruel y el Curso de Creación Literaria han sido maravillosos, sin embargo lo he disfrutado tanto que merece una entrada aparte. Nos leemos. Abrazos
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